domingo, 13 de enero de 2008

No Meme

Meses zafando y al final Desirée me contagió la famosa lista de ocho cosas que me niego a llamar "meme" (es que suena tan feo). Después de dos días pensando acerca de qué tema tocar, me decidí, de modo que acá van mis ocho, que en realidad no son cosas sino personas que me marcaron de diferentes maneras, sin ningún orden cronológico ni de importancia.


1- Mi mamá: es una buena persona y la quiero pero toda mi vida he actuado de manera completamente diferente con el fin de no convertirme jamás en la persona depresiva que es.

2- Mi hija: no es ni por asomo una adolescente de libro. Tiene una visión universal de las cosas que me sorprende y me fascina; y debatimos y analizamos su, mi y nuestras vidas de una forma amena y sin dramas, sin olvidar que somos madre e hija y no amigas.

3- Una profesora de Historia de 4to año del secundario, que nos enseñaba la conquista española en América separándonos en dos grupos y pidiendo que argumentáramos a favor y en contra. Terminábamos a los gritos, pero fueron experiencias riquísimas.

4- El primer hombre que me hizo sentir linda y sexy, que cambió mi vida para siempre.

5- Mi papá: su practicidad y carencia de dramatismo aún ante situaciones difíciles contagia. Simbólicamente, digamos que se restriega las manos y pregunta por dónde se empieza.

6- Mi amiga M: en contraste, su impulsividad hace que mi excesivo raciocinio parezca indecisión. Y su falta de sentimiento de culpa me hace sentir exageradamente culposa. Si pudiéramos hacer una sola persona de las dos, tendría un carácter perfecto.

7- Mi amiga L: aún con una situación familiar complicada dispone de su tiempo como se le canta, y así y todo siempre tiene un lugarcito para mí, aunque tenga que aguantarse historias sobre hijos y colegios sobre las que no puede aportar nada. Me conoce absolutamente.

8- Un hombre, él sabe por qué.


Le paso la posta a Stella.

viernes, 11 de enero de 2008

Realmente Cursi

La película me encantó, la vi un montón de veces, si enciendo el televisor y está la dejo aunque más no sea un ratito, aun si lo que estuviera esperando ver en principio fuera el inicio de la tercera guerra mundial en vivo. Pero la primera vez, cuando tuve que apersonarme en mi videoclub amigo munida de la recomendación pertinente y pedirla, me dio vergüenza.
¿Qué necesidad hay de bautizar a una comedia excelente, con actores de primera y aceitado guión, con el horroroso título de "Realmente Amor"? Existe una especie de prejuicio que indica que este filme sería uno de los denominados "para mujeres", seres que contarían entre sus virtudes con una suerte de sensibilidad especial al vocablo "amor".
Pues bien, señores, yo soy mujer y reconozco una cursilería cuando la veo. Y ese título, señores, es definitiva y completamente cursi.
No todas las exponentes del llamado sexo débil se conmueven de la misma manera ante la mención de la citada palabra. Por femeninas que seamos (lo soy y no reniego de eso, bien orgullosa que estoy) no necesariamente se nos aflojan las patas así como así ante la aparición de cachorritos de diferentes especies, bebés, voladitos y objetos diversos de color rosa.
Si no me creen, alquilen "Cómo perder a un hombre en diez días" y lo van a entender.
Y por favor, ya que están, cámbienle el nombre a ésa también.
He dicho.

miércoles, 2 de enero de 2008

Fatiga de los materiales

Tenía intenciones de publicar algo sobre el intento de rescate de tres de los rehenes secuestrados por las FARC. Lo juro. Hace días que intento escribir algo interesante sobre alguno de los tantos temas acerca de los cuales opino de manera oral durante todo el día. Pero no sé por qué (será este calor agobiante, será la resaca mental posterior a las malditas fiestas) cuando llego a casa me quedo en blanco. Y desde ayer tengo un motivo más:

¡¡¡SE ME QUEMÓ EL MONITOR, LPMQLRMP!!!

Aunque usted no lo crea, dijo Ripley (o Jack Palance).
Usted no me lo va a creer, dijo Fontanarrosa.
Creer o reventar, dice la sabiduría popular.
Harta de escribir en este tecladito de m...da de la notebook que me resulta incomodísimo, los despido hasta el próximo monitor.