viernes, 3 de abril de 2009

Hasta siempre, Raúl

Si acaso me queda algún lector, sabrá que hace meses que no escribo nada. No es que no publico: no escribo, un poco por falta de tiempo y otro poco por falta de ganas. Pero Jorge me dio la idea de repetir un viejo artículo que yo misma he tenido muy presente en los últimos días. Accedo a ese pedido con un dejo de tristeza y con algo de orgullo personal por sentir, hoy que está muerto, lo mismo que sentí entonces por el protagonista del post.


Lo saludo, Raúl

Ayer en Roma la presidente pidió perdón por la demora en el juzgamiento a los responsables de violaciones a los derechos humanos durante la última dictadura militar.
No es mi intención comentar acerca de las lágrimas que acompañaron e interrumpieron su discurso. Lo que me enoja es esa flojera de memoria que, una vez más, la lleva a erigirse en campeona -por no decir inventora- de la defensa de los derechos humanos.
La decisión política que posibilitó el juicio a las juntas militares que gobernaron desde 1976 fue tomada en 1983 por el entonces presidente Raúl Alfonsín, que cumplió de esa manera con una promesa de campaña. Esa resolución produjo un proceso legal histórico por el que se reconoce a nuestro país en el exterior y que en el plano interior profundizó la distancia entre el gobierno civil y los militares, lo que en la práctica se tradujo en nuevas amenazas al orden constitucional. Como sabemos, el Poder Ejecutivo intentó pacificar el frente interno mediante una concesión a los uniformados y envió al Congreso Nacional los proyectos de las hoy llamadas "leyes del perdón": Obediencia Debida y Punto Final.
No pretendo generar una nueva discusión sobre las ventajas y los inconvenientes de estas decisiones ni un análisis sobre el gobierno de Alfonsín en su totalidad. Mi propósito es rescatar lo siguiente, en los términos más simples y más sinceros de que dispongo: había que ser muy guapo para animarse a prometer (y cumplir) ese juicio en esa época. Y muy democrático para no resolver por decreto los planteamientos militares que amenazaban el gobierno, sino mediante el procedimiento de sanción de las leyes. Por eso me resultan sumamente injustas las palabras de la actual mandataria, la misma que confunde mal carácter con guapeza y que a esta altura no debe recordar lo que significa gobernar sin el mecanismo de leyes de emergencia que le permiten a su gestión decidir sobre los destinos de los ciudadanos sin debate parlamentario alguno.

13 comentarios:

unServidor dijo...

¡un lector a mi derecha!

El viernes anterior te mencioné en un post.
El miércoles siguiente hice un post por R.A.
Y este sábado a la noche haré otro más sobre el ex-presidente, con fotografías mías.

Ahora, sobre este post... ¡ya te lo había comentado en aquél entonces!
;)

Saludos, se la extraña.

Fabiana dijo...

No te quedaste sin lectores. Acá estamos felices de volver a leerte. Es una pena que no escribas tan seguido. Se te extraña mucho.

Me gustó el homenaje al Dr. Alfonsín.

Buen fin de semana.

Ni buena ni mala... dijo...

Laureana: Coincidimos en que Alfonsín se ocupo de los DDHH desde antes de llegar a la presidencia, o sea (como dijo Moreau en el discurso del cementerio) “no le hizo falta hacerse presidente pare defender los DDHH” en clara alusión a la actual presidenta.
Pero no coincido con el último parrafo del post en que se señala que la actual presidenta apela a leyes de emergencia para gobernar.
Retenciones móviles a la soja dadas por tierra por ley. Eliminación de AFJPs votada por amplias mayorías (no solo FPV). Modificación del calendario electoral modificado por ley del congreso, anteproyecto de ley de radiodifusión puesto a consulta popular previo envío del texto al congreso, solo por nombrar rápidamente algunas decisiones gubernamentales que han pasado por el tamiz del poder legislativo.
El mecanismo que ha utilizado la presidenta para gobernar es legal y legitimo y no de emergencia, de echo es el primer gobierno democrático del 83 a la fecha que menos DNU ha utilizado.

El Señor F. dijo...

Es demasiado tarde como para hacer un comentario decente ahora.

Pensé en cortar y pegar mi comment de la otra vez, pero no pegaba con nada.

asiq bueno, paso y saludo.

F.

unServidor dijo...

Llegaron las fotos... (tengo otra que quisiera mandarte pero no tengo tu mail).

Saludos

Yoni Bigud dijo...

Lo importante es que Alfonsín fue un hombre de bien. Creo yo.

Un saludo.

Mensajero dijo...

Notan, usted tiene un montón de lectores "en espera"...
Saludos.

Anónimo dijo...

Tus lectores te aguardamos hasta que el tiempo y las ganas se sumen y te hagan renacer.
Respecto a tu post,Alfonsín sigue siendo un ejemplo de rectitud, coraje y con el equilibrio justo para medir siempre sus palabras sin herir ni ofender a nadie, con un pasado atroz y una pesadilla de guerra reciente supo ver más alla para no derramar aún más sangre.
Desde Bahía te mando un afectuoso cariño.

@PaloMedrano dijo...

Ví luz y subí. Le dejo un beso bolivariano,

Lic.

Estrella dijo...

Qué emoción encontrar este post.
Ojalá que sigas con el envión!

@PaloMedrano dijo...

Hola, amiga. Volví. Volverá Ud.?

El Señor F. dijo...

Notan volvé que te extrañamos!

@PaloMedrano dijo...

Ah, pero que es esto?! Me intima a que retorne y Ud. no retorna??!

Y la reciprocidad blogueril?! Así no vamos a llegar a ningún lado...